sábado, 25 de agosto de 2018

Garmo Negro (3064 m.)


Agosto todavía ofrece días largos por lo que en esta ocasión decidimos hacer un tresmil que no requiriera mucha travesía y que no estuviera muy lejos de casa. El Garmo Negro, en el sector Panticosa, parecía una opción más que interesante. 

La ruta es sencilla y no tiene pérdida. Se comienza desde el amplio parking de los Baños de Panticosa, cerca del lago. El camino se inclina de manera ostensible desde el primer momento lo que hace que ganemos los primeros 400-500 metros en menos de una hora. 


Como vemos en las imágenes el día estaba despejado e incluso hacía algo de calor. Importante llevar bien de agua en verano, 2-3 litros es imprescindible.


En esta ocasión, me acompañaba Iñaki (Sherpa Torres) que haría este día su primer tresmil. Hay que resaltar que la ruta es ascendente en todo momento, no da tregua, y exige un muy buen estado físico. 


Sobre la cota 2500 el camino se bifurca hacia Pondiellos/Infiernos (a la derecha) y hacia Garmo Negro/Argualas/Algas (a la izquierda). Cogemos obviamente el segundo camino y recorremos la pedrera que está debajo del impresionante paredón del Garmo Negro.






Las vistas hacia el sector Bacías/Brazato son impresionantes. Al fondo asoma el Vignemale. En el horizonte el Taillón y Ordesa.




Ibones debajo del Algas

Argualas

Pala de ascenso a cumbre
Después de 3h alcanzamos la cumbre y la recompensa es la panorámica que te ofrece el Garmo Negro. Mires donde mires es espectacular. Por un lado, los Infiernos y su marmolera. Por otro lado la estación de Formigal y montes como Culibillas y Arroyetas. Volviendo hacia el E podemos ver el majestuoso Vignemale que quedará ya para otro verano.






Cresta de Algas hasta Argualas


Hasta otra!

Track aquí

domingo, 29 de julio de 2018

Aspe (2645 m.)

La semana ya empezaba calurosa en todo el país y en el pirineo la tendencia sería de estabilidad así que la cuestión era buscar una buena cumbre con vistas y que no fuera muy larga. Entre las opciones estaban Culivillas, Garmo Negro y Aspe. El primero lo descartamos porque en verano cierran el acceso al parking de Anayet y habría que subir por la carretera andando. El Garmo Negro iba a ser una buena opción pero tampoco queríamos destrozarnos, por lo que al final optamos por el mítico Aspe. Esta vez la subida la realizaríamos durante un soleado día de verano y no en invierno y con nubes como esta entrada.

Empezamos la subida desde el barranco de Saleras ascendiendo primero por una inclinada pista de cemento que llega hasta las cercanías del refugio de mismo nombre. Cruzando el río y a 15 minutos el camino se bifurca a la derecha hacia el barranco de Rigüelo y recto hacia Aspe. El objetivo es pasar por el "embudo" y subir por el terreno kárstico lleno de hitos y de caminos.



Vista desde el refugio de Saleras

Sherpa Torres y Sherpa Melero

Macizo del Aspe con Llena de la Garganta a la izquierda

Embudo

Mirada hacia atrás, refugio de Saleras

Comienzo del karst

El embudo atrás
Una vez en este agreste terreno el camino desaparece y surgen distintas opciones. La mejor, según nuestra experiencia, es crestear por los hitos que van por la izquierda. Luego en la cima intercambiando impresiones con otros montañeros nos decían que la opción de la derecha es más exigente por ir a media ladera y toparse con algún tramo de trepada.


Primera imagen del  Aspe desde el karst


Iñaki posando

Servidor con el Aspe detrás


Antecima y barranco que baja a Candanchú

Cima con el Midi al fondo

En primer plano Sombrero y Lecherines (Pico y Mallos). Collarada y Pala de Ip al fondo 

Midi d'Ossau

Canal que baja a Candanchú

Durante la bajada, Aspe y karst
Normalmente, las reseñas del Aspe dicen que se tarda 3-3'5h en subir y otras 3 en bajar. Nosotros lo hicimos en 5h en total pero si que lo hicimos a un ritmo bastante alto. 


Hasta otra!

Track descargable en GPX aquí